Tratamientos eficaces

Ortodoncia en Niños

De acuerdo con la Asociación Americana de Ortodoncistas, los niños deben tener una consulta inicial de ortodoncia a los 7 años, cuando ya han erupcionado sus primeros dientes de adulto.

La evaluación inicial no va necesariamente seguida por un tratamiento temprano; en la mayoría de los casos, simplemente se hace un control de crecimiento de su hijo hasta que sea hora de que el tratamiento comience.

Aunque el desarrollo de cada niño es diferente, en la mayoría de los niños las primeras molares de adulto por lo general han empezado a erupcionar alrededor de los seis años. Estas molares nos permiten tener una idea de la alineación básica de los dientes dentro de los maxilares y, si se observa algún desvío de la normalidad, tomar las medidas adecuadas. Esto significa menor inversión de tiempo y dinero, en un tratamiento futuro.

La ortodoncia en niños también llamada de primera fase cuyo objetivo es desarrollar el tamaño de los maxilares con el fin de dar cabida a todos los dientes permanentes y encajar los maxilares superior e inferior entre sí. Un maxilar superior o inferior que está creciendo demasiado o insuficientemente se puede reconocer a una edad temprana y por lo tanto recibir tratamiento temprano.

Recibir el tratamiento temprano también puede evitar la extracción de dientes permanentes más tarde, o la necesidad de procedimientos quirúrgicos para encajar los maxilares.

Hay algunas condiciones que son mucho más fáciles de corregir si se tratan a una edad temprana, cuando el crecimiento natural del niño es acelerado, éstas pueden ser:

Bullying escolar. Muchos niños sufren de acoso y burlas por el aspecto facial que producen unos dientes protuberantes, dientes que no erupcionan a tiempo, o dientes frontales torcidos. Esto baja su autoestima y genera inseguridad en tu hijo. Muchos padres creen erróneamente que se debe esperar hasta que sus hijos tengan la dentición adulta completa (entre los 11 y 13 años)para empezar un tratamiento con brackets. En casos de bulling se afronta el problema desde que se detecta en el niño,y se corrige el problema dental a temprana edad como una primera fase de tratamiento. Posteriormente en la adolescencia entran a una segunda fase de tratamiento cuando ya tengan todos los dientes de adulto.

Apiñamiento. Una de las anomalías más frecuentes y que puede beneficiarse del tratamiento temprano es el apiñamiento severo. Esto ocurre cuando los maxilares son demasiado pequeños para dar cabida a todos los dientes permanentes juntos a la vez. Una expansión palatina o la extracción de dientes de leche pueden ser recomendables en este momento, para ayudar a los dientes permanentes a salir correctamente. Incluso si más tarde se requiere usar brackets, el tratamiento será más corto, menos complicado y más barato.

Mordida cruzada posterior. Cuando los dientes superiores encajan por dentro de los dientes inferiores. Para tratar este problema, se puede utilizar un expansor de paladar, que se abre gradualmente y ensancha el paladar; es especialmente eficaz cuando el paladar no se ha desarrollado plenamente. Si esperamos demasiado tiempo, el tratamiento será más complicado, o incluso cirugía maxilar podría ser necesaria para corregir el problema.

Dientes sobresalidos. Los dientes sobresalidos pueden ser propensos a fracturas; también pueden conducir a problemas con la propia imagen y autoestima del niño. Son causados porque el maxilar superior crece mucho más que la mandíbula. Los brackets y aparatos ortopédicos, pueden utilizarse con éxito para corregir estos problemas en esta etapa.

Mordida cruzada anterior. Son causados porque la mandíbula crece mucho más que el maxilar superior. Se usan aparatos ortopédicos como la máscara facial que tracciona el maxilar superior hacia adelante hasta cubrir a la mandíbula.

Respiración por la boca. Es un patrón de respiración anormal en la que la boca está siempre abierta y pasa aire directamente a los pulmones. Estos problemas respiratorios son frecuentes en niños asmáticos o alérgicos. Es indispensable realizar la interconsulta con un otorrinolaringólogo calificado para evaluar las vías respiratorias.

Succión de dedos. El reflejo de succión es natural en la primera infancia; por lo general, desaparece entre las edades de 2 y 4 años. Sin embargo, si persiste mucho más tiempo, la presión del dedo sobre los dientes delanteros y el paladar puede causar que los dientes se vayan hacia adelante y deformar los maxilares. Esto puede dar lugar a una «mordida abierta», y puede afectar el habla y la estética. Un aparatito llamado rejilla palatina se suele usar estos casos para corregir el mal hábito.

Varias formas de tratamientos están disponibles para ayudar a corregir estos malos hábitos y cuanto más pronto sean atendidos, menor será el daño que puedan causar. Estos problemas no siempre son fáciles de reconocer por los padres, esa es una razón más por la que debes llevar a tu hijo para una detección temprana por el ortodoncista.

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